Asomarse a la ventana de un hotel o casa rural en Asturias es una invitación a disfrutar de la naturaleza . Pararse con detenimiento, relajadamente, a ver y escuchar los pájaros, enriquece sustancialmente el disfrute de nuestra estancia en esta tierra.
Cuando hablamos de pájaros nos referimos a aves de pequeño tamaño , en su mayor parte pequeños paseriformes. Estas pequeñas aves son muy inquietas y aunque no resulta difícil verlas, no es tarea fácil contemplarlas con detalle. El inquieto e inconfundible petirrojo es muy frecuente encontrarlo picoteando alrededor de hortensias o arbustos y por los bordes del jardín. En ocasiones se acerca al porche a posarse sobre las bases de los pilares de madera, da gusto verlo sacando su anaranjado pecho.
Los bandos de jilgueros, con su característica máscara facial de color rojo, debemos de buscarlos por los frutales de nuestra huerta y sobre todo estar atentos a las flores del diente de león por la que siente gran atracción.
Negros con su pico anaranjado los mirlos siempre están picoteando por el prado, alrededor de los manzanos y cerezos. Cuando son sorprendidos levantan un rápido vuelo acompañado de su característico canto. Sentarse a escuchar su melodioso canto mientras anochece es otra de las delicias que nos regala la naturaleza de Asturias.
Las lavanderas, o María Garcías como las llamamos aquí, son muy frecuentes durante el otoño invierno y acostumbran a estar por el camino y el aparcamiento próximo al hotel. Su singular e incesante movimiento de cola junto con su plumaje gris y blanco la hace inconfundible.
Tenemos un visitante que es el colirrojo tizón que acostumbra a posarse en las barandillas de las terrazas y en las soleras de las ventanas. Es precioso verlo con su anaranjada cola y su cuerpo bicolor, negro intenso y gris.
Un día, sin darnos demasiada cuenta, la primavera hará su aparición y nuevas especies ocuparan la ausencia de los invernantes. De estos inquilinos estivales os contaremos cosas cuando aparezcan, ahora disfrutemos nuestros acompañantes otoño invernales.